miércoles, 8 de febrero de 2012

Spinetta se muestra entero

Un reportaje que le hice a Luis para el comienzo de Cantarock, en el 83....

Reportaje y fotos de Pipo Lernoud

Charlar con Luis es emprender un viaje, recorrer la trayectoria de un guerrero del alma que se juega entero a cada paso. He aquí una pintura de su historia, reflejo del carácter indomable del rock.

- Tu viejo era músico, ¿no es cierto?

Sí. Cantaba con el seudónimo de Carlos Omar para una cadena de programas de Radio El Mundo. Grababa en Pampa, un sello medio independiente. Yo lo escuchaba siempre por la radio, a la noche. Me gustaban mucho las guitarras que lo acompañaban, y me emocionaba oyéndolo. Cuando yo tenia seis años dejo de cantar, pero yo seguí pegado a la radio, absorbiendo todo lo que fuese música.

- ¿ Y empezaste con la guitarra por tu cuenta?

Ahí viene la verdadera influencia de mi viejo. Con una guitarra prestada por un vecino – el no tenia guitarra, era solo el cantante – me enseño a afinar y me dio los rudimentos musicales, los primeros acordes. En esa guitarra compuse algunos temas que después grabe, como “Plegaria” y la zamba que esta en el álbum Kamikaze, “Barro tal vez”. Al poco tiempo me mando a tomar unas clases con el mas joven de sus guitarristas. Mi viejo no cantaba solamente tangos, cantaba aquella canción poética que decía “Al pie de un rosal florido / me hiciste tu juramento” y otras. Y este pibe me paso los primeros acordes cifrados y me paso canciones, y además había revistas donde salían temas con sus acordes, (como en Canta Rock) y me acuerdo de haber sacado “Ky Chororo”, que es hermosísima, de una de esas revistas. Agarre toda aquella oleada de zambas que había en ese momento, “Sapo Cancionero” y todas esas, algunas muy lindas.

- Al mismo tiempo te copaba el rock and roll...

Claro. Me interesaba todo porque como músico en germen, me estaba empezando a surtir, no me privaba de ninguna información musical. No había sacado ningún rock, porque eso pertenecía a otro campo, el de la guitarra eléctrica, que en aquel momento era inaccesible. Entonces tenia que tocar las cosas que eran específicamente para la guitarra española que tenia, y con eso me sentía fenómeno. Tenia un cuadernito donde iba anotando los temas, y ya buscaba cosas raras, boleros con acordes de séptima mayor, bien disonante, aunque con pocos acordes. En ese tiempo fue que empecé a componer, de ese entonces son las zambas. Tenia un grabador “Geloso” de mi tía, y grababa mis cosas. Me acuerdo de una canción: “¿Dónde están las palomas?”.

- Aparecen Los Beatles...

Y empieza el fato emocional directamente, la mano de llorar al lado del parlante del “Wincofon” escuchando “Please, please me” y empezar a descubrirse a uno mismo. ¿Cómo puede ser que me contagien semejante energía que yo no alcanzo a domesticar en mi ser, y me produce depresiones y euforias tremendas? Era como estar enamorado. Te pasaban cosas que no sabias de donde venían, un deseo de libertad interior, exterior y por doquier...

A uno le hacían preguntarse “¿Cuál es mi destinación en este mundo para poder alcanzar este grado de energía y proyectárselo a otros como ellos hacen conmigo?”.

- “Yo también tengo eso adentro...”

¡...Y lo puedo sacar afuera! A través de eso vislumbré como uno puede volar creando cosas alucinantes para la gente. Era otro tipo de comunicación, un cambio energético, un vaso comunicante del que participábamos todos. Un cambio para enamorarse, para hacer el amor, para decir la verdad, para expresarse. A partir de ahí empieza un viaje que para mi todavía no termino. Ahora, que tengo treinta y tres, que ya no tengo diecisiete, con la perspectiva de la muerte de Lennon, me doy cuenta hasta que punto me volaron, me abrieron y me hicieron asumirme a mi mismo y decir todo eso en mi idioma.

Y ahí es donde entran tipos como Nebbia, que lo estaban haciendo, y que fueron una influencia poderosa. Si me hubiese quedado en Lennon solamente quizás no hubiese percibido lo de Nebbia y no hubiera descubierto como decirlo en mi idioma y para la gente de acá. Además estaban los Shakers, del otro lado del estuario, en nuestro mismo territorio, con tanto talento como los Beatles pero sin la monumentalidad, sin el dinero y la producción europea. Y en ellos hay como una brisa latinoamericana, algo de calle porteña...

- Hay un patio con mate entre las guitarras eléctricas...

Claro. Yo tenia aquellas zambas, pero no sabia como atravesar esa fisura entre el concepto tradicional de canción argentina y la polenta que me despertaba escuchar a los Beatles. Tipos como Nebbia me dieron la clave.

- Vos empezaste a hacer música eléctrica con Emilio, Edelmiro y Rodolfo en los Sbirros, cantando en ingles?

Formamos varios grupos; Los Mods, los Larkins, los Sbirros. Cantábamos algunas cosas en castellano, pero era tomado como un detalle, porque hasta que salieron “La Balsa” y “Ayer Nomás” no había antecedentes que valieran la pena.

- Pero cuando escuchaste eso y viste la luz verde salió un aluvión de temas...

Se decidió un argentino a escribir lo suyo. Después fue impresionante encontrarme con todos ustedes de la Cueva que estaban en la misma y tomamos el mismo ómnibus y nos dirigimos a un cambio en muchas cosas,¡contra todos los que rugieran! Vi a Moris por primera vez y lloré.

A partir de allí se formo un “movimiento”, si querés llamarlo así, que tuvo una continuidad y una consecuencia que no tuvo ninguna otra cosa en el país. Ojalá los que tuvieron el ministerio de economía o el gobierno desde entonces hubieran tenido la decencia y la legitimidad que tuvo el llamado rock. No estaríamos donde estamos...

- Los únicos que se mantuvieron en sus trece a lo largo de quince años...

Por eso confío en las nuevas generaciones, que ya están contagiadas de una lingüística de cambio que no pudieron encontrar en otro lugar que en este movimiento. Gracias a eso ahora hay terrenos totalmente libres para que exista cualquier tipo de expresión, desde música andina hasta rock-hiper-punk-porteño.

Ahora llego el momento de no ponerle mas trabas a todo eso y empezar a gozarse todo, para un cambio, creativamente y laburando. Todo el mundo aportando y no cada uno encerrado en su delirio o metido en un psicoutilitarismo total.

- Y así llegamos a Almendra, con su poesía personal y su olor a mate interplanetario...

Fue un proyecto realmente pensado, en el que la pauta era: “Esto es diferente de todo lo que hay en la plaza”. Ahí adentro cabía Piazzolla, los Beatles y Jobim, y nadie tenia que escandalizarse. El que no salta es un paquetón. Era un cuarteto, un proyecto en el que todos participábamos.

EL SONIDO Y LA FURIA

- Después la cosa se puso mas roquera, mas rabiosa, con Pescado...

Pescado respondía a una visión personal mía, no era un grupo tan participatorio. Abandone en parte una creación comunitaria como había sido Almendra y me puse a desarrollar un estilo que me copara absolutamente a mi, obedeciendo a mis últimos cambios. Había llegado a Hendrix y ya no quedaba tiempo en la cabeza para mirar hacia atrás, era como un volcán. Me olvide del bandoneón, me olvide de mi tradición, de la tradición inglesa o americana, era todo AHORA. Empezó a salir otro tipo de libertad interior, un metabolismo diferente, cambiando la piel y las reacciones. No alcanzaban ni las palabras ni la música para mandar al frente todo lo que estaba sintiendo. Es la guitarra eléctrica como espada de fuego contra los reaccionarios, contra la muerte, contra Vietnam, contra el Vietnam de acá también, contra el exterminio, contra la bomba atómica, contra los que intoxican la tierra y los mares. En favor de hablar el lenguaje de los pájaros, en favor de ver las estrellas que iluminan cada día de nuestra vida si nosotros sabemos abrir los ojos. Es el momento de la paz también, el momento de la relectura de la Biblia, el descubrimiento de Cristo y de Buda, de la meditación, de la autocrítica sagaz. Es el fin de la infancia, el fin de la familia, el fin de la dialéctica psicoutilitarista, el fin del socialismo y el capitalismo como traducciones bastardas del lenguaje de la evolución, ideologías para destruir el brillo creativo de los hombres y someter la vida a mecanismos estadísticos...

Era una poesía láser la que sentía, llevada adelante con el grado de fervor maldito, la poesía maldita que se requiere para que uno se saque las entrañas.

- Teniendo además un vehículo poderoso y corporal como el rock and roll...

Ese latido impactante, constante, ese obstinatto de emoción sin reversa, sin vuelta, sin replay. Porque esas sensaciones pasaban por el cuerpo sin desmayo.

- ¿ Y Artaud fue la digestión de esa etapa?

Fue como sutilizar todo eso. Descubrir que el mismo grado de erupción lo puede tener una guitarra acústica. Tomó tiempo llegar allí. Además el relámpago de Hendrix desapareció. Y uno se quedó hecho pelota. Yo estaba leyendo Artaud (El Pesavios, Heliogábalo) y era como si el tipo experimentara la sucesión del momento de vivir y lo trata de describir en sus obras como si fuera una célula que siente en medio de las mareas químicas que la penetran y le dan vida. La infección de seguir viviendo descripta desde adentro. Es muy torturante. El disco reflejaba eso y la búsqueda de la salida de esa tortura.

- ¿ Que se dio a través de Invisible?

Empieza el vuelo de Almendra otra vez, musicalmente sobre todo. Un esquema de trío que permite un uso intensivo de la guitarra eléctrica, pero melódica, tranquila, suave para el uso habitual de un trío. Algo que se puede comparar, a su manera, con lo que hace Police ahora. Un trío que puede llegar al espacio sin necesidad de recurrir a una gran parafernalia sonora, y jugando con la melodía.

- Trabajando con repeticiones, cortecitos, melodías hipnóticas...

Exacto. Menos paroxismo, menos violencia y mayor gozo y lucidez. Yo pienso que el rock muy violento a veces no permite gozar, es como estar en la montaña rusa, el organismo esta saturado de información y no tiene tiempo de digerirla para gozar. Con Invisible pudimos establecer ese equilibrio necesario.

- ¿ Y las letras, que parecían muy complicadas?

Hay canciones claves como “El diluvio y la pasajera”, donde hablo del poder indígena precolombino, de que en América había culturas que estaban en los grados mas avanzados de conocimiento del Universo y fueron postergadas por un mundo reaccionario y fascista que las aniquilo sistemáticamente. A pesar de los delirios que puede haber en la poesía de Invisible, hay ciertas cosas en las que estaba afirmado: que el hombre se pierde en la maraña de asfalto y no logra ese pulmón verde que le permita compensar tanta maquina a su alrededor.

Hay una energía verdadera que es la que maneja todo, en la que creo profundamente. Todos los demás son monitores que se mueven en función de esa oscilación mayor. Es la Tierra, la obra verdadera de la vida y la evolución del tiempo. A pesar de la mayoría de la información que nos rodea, que quiere hacernos creer que somos nosotros los que manejamos. Eso esta presente en las letras de Invisible.

- En los últimos tiempos del grupo había mas paz, una actitud de mayor armonía interior.

Trata de fertilizar aquello que esta mas ligado a la tierra, a su propia semilla. En ese tiempo nació mi primer hijo. Dante vino al mundo el día anterior al recital del Luna, cuando estrenamos “El jardín de los presentes”. Yo lo comente por el micrófono y había un silencio tan grande en la gente que me largue a llorar de la emoción. La gente escuchó el bandoneón de “Los libros de la buena memoria” con un respeto enorme. Era como llegar a un momento culminante y comprobar que podía tener esa atención de parte de la gente. Habían comprendido mi esfuerzo por dar algo diferente y podíamos llegar juntos a un estado que no era solo euforizarse y bailar al compás de “Petiribí”. Sentir juntos ese bandoneón y ese clima de río, de noche de verano ardiente, ese clima nuestro y profundo.

Fueron tiempos de muchas compensaciones para mi, tiempos buenos para mi espíritu. Me di cuenta de que había descripto una parábola hasta llegar a mi hijo. De allí en adelante es como empezar una cosa nueva.

LA LIBERTAD MUSICAL

Me junté con un músico de jazz, como Rapoport, y encaré algo nuevo, la banda Spinetta. Pero siempre sintiendo que hay una pasión que me rige y tengo que estar cada vez mas en línea con esa pasión, porque de otro modo nunca voy a poder ser yo. Tengo la ternura de mi hijo que me permite volver a cantarle a una flor: “Hermosa y dulce flor de la mañana, no te cansaste de tiritar”. Y cantar “Toda la vida tiene música hoy” a pesar de que yo sabia que en el país estaban pasando atrocidades muy grandes y yo no quería ceder, quería seguir.

Quien hoy escucha eso va a sentir que hay detrás de la música una mano, que no es la mía que le restaña las heridas, que le brinda un apoyo a su dolor.

- Te bancaste muchas criticas por “A 18´ del sol”, incluyendo la mía.

Si, pero eso era de esperar, si yo estaba caminando en una nueva dirección. Sabia que lo que estaba haciendo era suficientemente peligroso a nivel musical. Me propuse investigar. Que aparecieran cosas en la guitarra que no fueran parecidas a otras, escuchar un tipo de música que nunca me había permitido escuchar con libertad. Tenia la sensación de que el jazz era música para tipos con whiskies en la mano, apoyados en la barra de un boliche oscuro. Y después me di cuenta que el jazz es la libertad, que no se fija limites a la inspiración. Te podes imaginar cualquier temática y sobre eso trabajar. Tres pianos con orquesta o siete oboes con grupo de rock y bombo leguero. Eso es el jazz.

- Después de “A 18´” pasaron tres años sin que editaras discos.

Porque mientras pasaba por todo ese cambio musical, yo estaba tramitando ir a grabar el disco a Estados Unidos y si firmaba un contrato de discos en Argentina la posibilidad afuera se echaba a perder. Yo quería firmar allá, y que la orden llegara de allá, porque pensaba que me iban a dar mas posibilidades. Aquí nadie se imaginaba que la CBS americana iba a gastar la suma que gasto para que yo hiciera el disco. Por eso después me hice mi propia producción discográfica, para que nadie me pusiera limites.

El disco americano “Only love can sustain” tardo como tres años y medio en concretarse, fue un parto. Tenia que demostrarme a mi mismo que podía hacer algo en otro lado.

- ¿Y como te sentiste en EEUU?

Después de tres años de cabildeos y telegramas, abogados y proyectos de contratos, llegue al aeropuerto de Nueva York y me esperaba el productor con una limousine. Al otro día voy al estudio y me encuentro delante de partituras con mi nombre y una orquesta de 60 profesores dirigida por un monstruo que se llama Torrie Zito, que arreglo el “Imagine” de John Lennon.

Fue la primera vez que cante con una orquesta tocando. Pero fui al frente y cante. El productor hizo las cosas totalmente diferentes a lo que yo quería, yo hubiera gastado menos guita y hubiera hecho un disco de Spinetta, no un disco con sonido yanqui grandioso. Ahora, en las disquerias americanas, después de The Spinners viene el disco de Spinetta, y ahí esta. Fue una experiencia. Ni bien termine de hacer el disco, rompí el contrato y se acabo. Me perdí la oportunidad de hacer los otros dos discos proyectados en Estados Unidos, y estar laburando allá. Pero a mi me interesa estar laburando acá.

- Y vuelve Almendra...

Con la idea de brindarnos a nosotros mismos el gusto de decir: “Acá esta Almendra, del que tanto se habla, vamos a tocar para ustedes como somos hoy”. Era como algo pendiente, algo irresuelto, y quisimos cerrar el capitulo. Sacamos un disco nuevo que tiene mucho para escuchar a pesar de que la gente no le presto atención, porque estaba ocupada en tratar de encontrar la trampa comercial en el asunto. Durante todo este tiempo yo seguía redondeando mi proyecto personal comenzado en “A 18´” y postergado por el disco americano y las actuaciones de Almendra. Allí comienza la historia reciente de Spinetta Jade.

- Que es como la maduración de todas esas experiencias...

Es evidente e inevitable la maduración. Yo cada vez tengo mas claro lo que quiero y como se hace lo que quiero. Pero al mismo tiempo conservo zonas inmaduras de mi personalidad, y eso me gusta, porque es lo que me mantiene fresco, me hace cambiar.

Con Jade ahora editamos “Bajo Belgrano”, que debió salir hace tiempo, pero se fue Rapoport y tuvimos que replantear muchas cosas porque el grupo tenia otro sonido. Se fue Frank Oistertek y entro a reemplazarlo en el bajo Cesar Franov. Toca Osvaldo Fattorusso percusión. Hay temas de Leo Sujatovich y varios arreglos de el.

- ¿ Y los discos solistas? Kamikaze tiene muchos temas viejos, que estaban esperando ser grabados.

Casi todos son viejos. Desde la zamba, que esta compuesta cuando era pibe, hasta Tupac Amarú, que es de la primera epoca de Invisible. Yo quise meter esas viejas canciones que andaban rondando dentro de un disco con un clima diferente. Cuando lo estrene en vivo, incluí otras canciones que son nuevas para la gente, pero en realidad son muy viejas, como “Caminata”.

“Mondo di Cromo”, el nuevo solista, es una colección de canciones que yo sabia que no eran para Jade. Porque uno compone mucho y edita menos de la mitad. Y yo ya entre en una etapa de fluidez de producción que me permite sacar dos álbumes en un año, y meter cosas de diferentes estilos. “Mondo di Cromo” tiene pequeñas exploraciones en nuevos sonidos, en ritmos mas “modernos”. Lo arme todo solo y después llame a los músicos para que tocaran lo que faltaba. Es un poco mas roquerote que el habitual Spinetta solista.

El año que viene quizás saque un disco completamente diferente, porque sigo en movimiento permanente. Siempre tengo cosas rondándome en la cabeza, músicas sonando y poesía que no anoto. Cuando siento que ya tiene la fuerza suficiente, que ya esta madura, redonda, me pongo a trabajar para pasarla al papel o al disco, y hasta que lo logro totalmente no paro. Anoto y grabo cositas, las corrijo, las releo, las reescribo. Aprendí a esperar el momento en que la cosa ya esta, ya tiene fuerza propia, ya se lo puede dar a los demás. Cuando la música o la poesía vienen en serio, uno no tiene nada que ver. Sos como Chirolita, un canal a través del cual el mundo habla. Yo busco eso, porque ese momento te paga cualquier sacrificio que hayas hecho para lograrlo. Y eso implica un trabajo permanente, limpiando y aceitando los canales por los cuales aparecen las verdades mas profundas. Es como convertirse en la antena de Balcarce, recorriendo el cielo en busca de señales. En momentos tan oscuros hay que ser muy firme y mantenerse fiel y abierto a ese poder que hace que la vida continúe a pesar de las miserias constantes, las que nos imponen de afuera, y las que nosotros mismos producimos. Las torturas son muy grandes en este tiempo. Si no nos conectamos con ese poder, la vida jamás podrá rehacerse, el planeta jamás podrá reverdecer.