Ayer fue un día del periodista raro. Me gustó que se discuta el rol del periodista y la responsabilidad durante la dictadura, etc. Pero no me siento cómodo con el tono amargo del debate, el acento inquisidor de algunos colegas devenidos defensores de la fé. No sé.
Cumplo más de 35 años ininterrumpidos de profesión (empecé en Pelo en el 74 con un reportaje a Porsuigieco) siempre independiente, auto financiado, incluso sin relación de dependencia. No me siento un "trabajador de la cultura" ni un practicante de "la Profesión", me siento un tipo que escribe, es curioso y que, como decía alguien (creo que Hesse), "he venido a cantar una canción y amar al mundo".
Como buen argentino, me tocó vivir y trabajar en medio de todo tipo de dueños de la verdad, muchos de ellos violentos, desde la triple A y Montoneros a Videla y sus muchachos. y como nos enseñó Charly, aprendí a esquivarlos hablando aparentemente de "otra cosa" y no del enfrentamiento cotidiano y de visión corta que genera esta clase de gente.
En el 69 tuve una discusión en el Bar Moderno con mi mejor amigo, Manolo Belloni, sobre la violencia política y la obediencia ciega. Eramos muy jóvenes, 22 años, y estabamos seguros de que el mundo iba a cambiar en los próximos diez minutos. Pero teníamos visiones muy distintas de cómo producir ese cambio. El me anunció : "No me vas a ver más, porque voy a entrar en la clandestinidad, acá hay que tomar el poder por las armas" Yo le dije: "¿Cómo vas a matar o morir siguiendo ordenes de gente que no conocés bien, por un ideal lejano? ¿Y si te equivocás? ¿Si matas a gente inocente?¿Si los que te mandan al muere son unos mentirosos o tienen un plan delirante?"
El criticó mi visión del cambio pacifico y hippie a través del abandono de la rueda del consumo y la creación de una sociedad alternativa. Me dijo que el rock no era más que un entretenimiento creado por el capitalismo para distraer a las masas, etc. En muchos sentidos tenía razón. Y yo también. Me acuerdo que le dije una frase de Ginsberg: "Profetizar sin la muerte como consecuencia" porque me pareció lo central en la discusión. Y el autoritarismo. Él quería tomar el poder y ejercerlo sin piedad y yo quería disolver los poderes. En fin.
Al poco tiempo me fui a Europa durante varios años, y cuando volví me enteré de que lo habían asesinado, en un estúpido "enfrentamiento" cuyos detalles leí en la biografía de su madre, Lili Massaferro.
Traigo todo esto a colación porque algunas discusiones de hoy y algunos profetas me hacen acordar a Manolo y su visión cerrada de cómo tienen que ser las cosas y quién está del buen lado y quién no. Hace años que no me atrevo a contar esta historia por respeto a su hermana Liliana y a su viuda Nina. Y por respeto a tantos otros que fueron cruelmente torturados y asesinados. Para mí removerlo también es muy duro.
Pero quiero contarla para contribuir a que nunca más caigamos en esta trampa del enfrentamiento ciego. Hemos perdido demasiada gente valiosa, muchos de ellos maestros de periodismo, que recordamos en esta fecha.
Yo aprovecho para festejar haber encontrado una "profesión" que me permitió explorar el mundo, conocer gente maravillosa (Atahualpa, Borges, Gismonti, Piazzolla, etc) y decir lo que pienso sin pedirle permiso a ningún jefe.
Post Data: Creo que la Ley de Medios es una muy buena idea, que ha sido elaborada con la participación de las bases en muchisimas comisiones en todo el país, y que ojalá no sea un mero instrumento de política menor, sólo para destruir un monopolio. Todo el mundo se llena la boca con la famosa libertad de expresión y la "pluralidad de voces", pero no veo que haya muchas ganas de estimular la diversidad en ninguno de los dos lados del debate.
martes, 8 de junio de 2010
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ResponderEliminarAquí estoy de visita, amigo Pipo,
Gracias por la invitación!
Tu discusión con Belloni es un tema central de nuestra historia.
¿Qué fue más imnportante, la Revolución Cubana o la Contracultural del 65-70? (y las secuencias a las que pertenecen ambas)
A mi humilde parecer, las dos secuencias son paralelas y entrelazadas.
[Fuga]
La "pluralidad de voces" (núcleo de la secuencia contracultural) no debe ser estimulada por la secuencia Revolucionaria Social (aunque no necesariamente desestimulada ni atacada). Todo lo contrario. Al Estado lo que es del Estado ... y a la Sociedad y la Cultura lo que es de la Sociedad y la Cultura.
Tu amigo
mario rabey
PS: visitame en mano de mandioca
Feliz día (con demora)!
ResponderEliminarQué historia la que contás... lo que dice Ginsberg es similar -para nada casualmente- a Revolution de los Beatles. Creo que pensamos lo mismo o parecido.
Y la Ley de Medios debe ser aplicada ya. Más allá de la ley, lo que hace falta -en los medios y en la sociedad- es más tolerancia con la opinión ajena: sin embargo -y en parte, gracias a todo lo que generó la misma LdM- siento que vamos mejorando.
Aclaré demasiado pero creo que se entiende.
Abrazo Pipo.
Hola Pipo:
ResponderEliminarfenómeno si encontraste el blog que se te había perdido. Tal vez, en esta u otra entrada tuya se cita e Hesse y, a ese "haber venido a cantar esa canción tuya" ( y cada uno de nosotros las que nos salga), y me parece que palabras más o menos, es ese aliento en forma de palabras precisamente que emitimos, lo poco o lo único que tal vez nos pertenezca y ya está en el aire... En ese inmenso concierto estamos haciendo sonar esa cuerda de cada uno para que suene todo. Belloni hizo sonar la suya, Vos la tuya y ya no creo que sea el asunto ser oficialista o no. Sí me parece, aclarando que coincido en la mayoría de las cosas que hace el gobierno, que podemos hablar de aquello que nos parece importante, que podemos rescatar este tiempo como posibilidad de cambiar algo. Creo que también se puede ver claro, si se quiere, con quién debatir para, finalmente, llevar adelante un proyecto que mejore aquello que a vos o a mí se nos haya quedado olvidado o puesto en lugares de importancia secundarios, para darles valor e impulsarlos. Ahí podés llegar al acuerdo desde "cada cuerda" Otros debates pueden llegar al desacuerdo inclusive pero eso no tiene nada que ver con la supresión del otro. Acuerdos y desacuerdos con lealtad, pudiendo mirar al otro a la cara, sin reservas, está fenómeno. "Consensos" caretas cuando se prende la luz roja de la cámara de tv, muchas gracias, no me esperen para empezar.
Abrazo
Carlos Elorza