martes, 31 de mayo de 2011

ELOGIO DEL AUTOCULTIVO

Elogio del autocultivo
La soluión para el narcotrafico: ¡plántela ud. mismo!


Este verano los medios repitieron las imágenes de multitud de pibes muy borrachos agarràndose a piñas descontrolados a la salida de los boliches. Esta clase de diversión, con sus peleas y sus vómitos, es algo que ya vi en Australia, Londres, Bonn y Paris, como si fuera una onda planetaria. No sé porqué se puso de moda darse vuelta con cerveza o vodka, pero los resultados son realmente idiotas. Si estás perdidamente borracho no podés hacer nada, ni coger ni cantar, sos un pobre muñeco sobre-emocionalizado y no estás entendiendo mejor el mundo que te rodea o a vos mismo, que es el objetivo del uso de cualquier “sustancia psicoactiva”.
A menos que lo que quieras sea borrar tus miedos por un rato, sentirte fuera de este mundo careta, olvidar que pronto vas a ser uno mas de los esclavos del sistema, dentro de poco te vas a casar y vas a empezar a pensar en la jubilación. Mucho de eso debe haber en esos pibes que quieren juntar algunas anécdotas de juventud, antes de entrar en la máquina de picar carne. No hay una intención “aristica” en el alcohol, como ha habido en tantos escritores y músicos desde el tango y las vidalas hasta gran parte de la novela norteamericana del siglo XX. Pero estos pibes se pierden la oportunidad de hacer algo consigo mismos y con los litros que se meten adentro.
De todas maneras el alcohol tiene lo suyo. He visto montones de tipos talentosos y de gran corazón flotando en un mar de ginebra o whisky, sin poder armar sus vidas y su música, vomitando en los baños y en las camas abrazándose una y otra vez murmurando llorosos, “Hermano, vos sos mi hermano”, como en un episodio de los Simpson, en la taberna de Moe.
La marihuana es mil veces más interesante que el alcohol, y no es peligrosa. De hecho, el alcohol esta presente en muchos más crímenes y situaciones violentas que cualquier droga conocida, y es legal. El alcohol tiene permiso para sponsorear eventos, pero la marihuana, mucho más inofensiva, no. (Imaginate un mega evento presentado por Cannabis Music en Velez!)
Si fumaramos porro con la actitud de quien toma un buen vino, degustándolo en un ambiente tranquilo, encontraríamos que es uno de los grandes descubrimientos de la humanidad.
En realidad, la humanidad viene drogándose desde el principio de los tiempos (lean Escohotado, Hoffman, Huxley, Patanjali). Hay quienes dicen que los saltos evolutivos del hombre están relacionados con el descubrimiento de drogas psicoactivas. A mi me parece más razonable pensar que se trata de una evolución sincronizada: el hombre, como los animales, descubre las plantas que necesita, e investiga la manera de prepararlas y la oportunidad para tomarlas..
Los chamanes vienen guiando a los humanos -desde el principio de los tiempos hasta hoy- en la búsqueda de la comprensión del mundo del que formamos parte. Y el mundo actual, ademàs de peligroso e incomprensible, como lo era para nuestros ancestros, es engañador: Parece entretenido. Parece interesante. Parece tener sentido. Podemos distraernos, entretenernos hasta morir. Pero no. Hoy en día es cuando más nos falta encontrar el camino para salir de la telenovela de ficción futurista en la que vivimos inmersos, esta especie de Matrix berreta que no satisface a nadie.

ESCAPARSE DE UNO MISMO
De nada sirve tratar de escaparse de uno mismo, ya lo decía Moris. Y lo decía en una época en la que algunos empezamos a probar drogas espantosas, como el Desbutal, el Romilar o el Mandrax, pastillas y jarabes que te dejaban hecho un omelette baboso y tartamudo, y salías de la experiencia, tan idiota e insatisfecho como entrabas. Yo he visto a las mejores mentes de mi generación tratando de hilar tres palabras seguidas, con la mirada opaca y perdida, paranoicos e incapaces de una erección decente o una alegría espontánea. Sin embargo, en ese momento pensabamos que èramos lo más, que eramos los capos de tutti cappi, los tipos màs lucidos del planeta.
He visto a Tanguito arrastrandose por la Galería del Este como un descerebrado, a Pappo repitiendo frases inconexas en la cocina de mi casa, a mi mismo nadando en un mar de miedo y confusión, sosteniendo conversaciones gomosas y neblinosas con Miguel Abuelo, como si vivièramos en una interminable película fuera de foco y de sincro.
Ahora ya pasaron muchas substancias bajo el puente, muchos tipos maravillosos quedaron colgados de las palmeras de Plaza Francia, muchos están todavía en el país de Nunca Jamás, otros son ceniza en un cementerio, pero hay algunos que trataron de sacar una enseñanza de todo esto.
Los budistas dicen que es inútil tratar de estar satisfecho en este mundo, y además, no hay otro. Esto es lo que hay. This is it. No hay salida. El mundo es frustración, dice Alan Watts. Lo que amàs se va o se muere, el jueguito electrónico te aburre pronto, los políticos mienten. A las bellezas se les caen las tetas, los hijos no salen como esperabas, el éxito es un fracaso. De nada sirve escaparse de uno mismo. O aprendés a vivir aquí o fuiste. Tu mundo va a ser lo que vos hagas de èl, y no hay soluciones màgicas.

LA GRASA DE LAS CAPITALES
Lo peor que hay es el narcotráfico. Hoy ya no lo hacen unos flacos que se fueron a Paraguay y traen un poco de grass para pagarse el viaje. Hoy está manejado por unos carteles formados por individuos espantosos que no tienen nada que ver con la expansión de la conciencia o los viajes espirituales. Lo que les interesa a estos monos son los coches de lujo y las super lanchas y las modelos y las armas de última generación y los pisos en Puerto Madero y las chicas también de ultima generación de implantes. No es el mundo luminoso de Bob Marley sino el capitalismo más crudo y salvaje, la expresión más violenta, superficial y despreciable de la sociedad global, tal como lo pinta graciosamente la telenovela colombiana “Sin tetas no hay paraíso” o, en un tono mas crudo, “La virgen de los sicarios” de Fernando Vallejos.
Es bueno recordar que la cocaína, que es elaborada con solventes y químicos tóxicos en laboratorios truchos, es la droga que se consume en el Congreso Nacional, la droga de los políticos, de los torturadores, de las fuerzas de (in)seguridad y de todos los personajes que navegan en el gran mundo de corrupción y violencia, pasados de rosca y dispuestos a todo. Cuando almas puras –como los músicos y los escritores- se internan en la ruta de las líneas blancas el resultado es generalmente nefasto y no hace falta para corroborarlo deschavar ejemplos que todos conocemos. La aspiración de cocaína no inspira en lo màs mínimo, màs bien acelera la expiración.

EL REGRESO A LA TIERRA
Y porque he visto todo esto quiero elogiar a los jueces Eduardo Freiler y Eduardo Farah, que despenalizaron el auto-cultivo en el caso de una pareja que plantaba para su propio consumo, declarando Inconstitucional el articulo de ley que penaliza la tenencia de cultivo para consumo personal.
Y quiero elogiar el auto cultivo y sus defensores porque para fumar el porro que plantaste hay que estar atento, lúcido, relajado. Hay que saber elegir una variedad, preparar el suelo o el sustrato en el que se planta, calcular la luz y la temperatura, proveer agua y fertilidad. Hay que aprender a podar, tarea llena de amor y cuidado. Aprender a cosechar, a secar.
La extraordinaria revista THC o el libro Sativa, rebosantes de información, están al alcance de cualquiera para guiarlo en el camino del “regreso a la tierra”. Volver, aunque sea en una escala diminuta, a estar pendientes de los ciclos naturales. Aunque se trate de un sustrato en vez de tierra y unas lámparas en lugar del sol, el regreso a la atención cuidadosa de las plantas, algo a lo que la humanidad se dedicó durante milenios y abandonó muy recientemente. Es una actividad sanadora. Y es bueno consumir productos sanos, que sabemos de donde vienen. Como le cantaba Miguel Abuelo a Tanguito: “Hoy seremos campesinos”

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